El término “e-salud” o “salud electrónica” se refiere al uso de medios digitales (fundamentalmente internet) para prestación de servicios relacionados con la salud. Abarca, por tanto, desde la historia clínica electrónica ya disponible en la mayoría de hospitales hasta el uso de páginas web con información de salud relevante, las aplicaciones relacionadas con la salud en smartphones, la petición de consultas médicas online o las videoconferencias con médicos u otros profesionales de la salud. En los últimos 10 años y coincidiendo con la revolución digital en ciernes, la e-salud ha cobrado mayor relevancia en nuestras vidas, hasta llegar a la situación actual en España en la que hasta el 60% de las personas utilizan internet como fuente de información relacionada con la salud (debemos tener en cuenta que en el año 2011 lo hacían un 48,3%). Además, un 27% usa habitualmente algún dispositivo electrónico relacionado con la salud (ya sea un gadget que monitorice la actividad física, una aplicación móvil o un sistema de teleconsulta).
El acceso fácil a información relevante, la posibilidad de monitorización del estado físico y el control sobre los datos de la historia clínica redundan en una participación más activa del paciente en la toma de decisiones relacionadas con su salud.
Las ventajas que ofrece la e-salud en nuestro día a día son múltiples. Internet nos permite acceder en cualquier momento a información médica relevante siempre y cuando dispongamos de un proveedor de información de confianza. También disponemos de portales que promueven hábitos saludables en la población y que combinados con dispositivos que monitorizan nuestra actividad física y/o nuestros hábitos dietéticos pueden ayudarnos a conservar o mejorar nuestro estado de salud. Actualmente es posible en la mayoría de las comunidades autónomas conseguir cita on-line con un médico de atención primaria. La historia clínica electrónica permite el intercambio de datos de los pacientes entre los diversos profesionales sanitarios y entre comunidades autónomas. Además, facilita el control de la información recogida en la historia clínica por parte del paciente. El acceso fácil a información relevante, la posibilidad de monitorización del estado físico y el control sobre los datos de la historia clínica redundan en una participación más activa del paciente en la toma de decisiones relacionadas con su salud. Este “emponderamiento” del paciente es el principal objetivo de la e-salud.
Telemedicina
Una de las facetas de la e-salud con mayor proyección actual es la telemedicina, que consiste en la prestación de servicios médicos a distancia, incluyendo consultas interactivas y servicios diagnósticos. A través de internet y con la única ayuda de un smartphone o una tableta es posible la interacción remota entre un médico y su paciente. Los sistemas de telemedicina abarcan las videoconferencias habituales entre hospitales para la discusión de casos clínicos entre profesionales, la realización de sesiones clínicas generales o la presentación de cursos de instrucción para profesionales (“e-learning”), la evaluación y diagnóstico a distancia de diversos problemas de salud y la monitorización y seguimiento de algunos parámetros médicos medidos por dispositivos adaptados al paciente, como por ejemplo los niveles de glucosa, tensión arterial o saturación de oxígeno.
La telemedicina permite una interacción casi inmediata entre el paciente y su médico. Esto cobra especial importancia en zonas remotas donde el desplazamiento hasta el hospital más cercano puede suponer una pérdida de tiempo vital o en los desplazamientos al extranjero, donde no tenemos la cobertura de nuestro sistema sanitario, ya sea público o privado. Otra ventaja es la seguridad; razón por la que los sistemas de telemedicina se están integrando con rapidez en las prisiones de los EEUU. Por otro lado, los sistemas de telemedicina facilitan el acceso a la historia clínica electrónica en cualquier momento y lugar y permiten al paciente un mayor control sobre su propia salud, objetivo principal de la e-salud. Los servicios de telemedicina son útiles incluso para aquellas personas que no los usan, ya que evitan la saturación de los centros de Atención primaria, suponen un considerable ahorro a los sistemas sanitarios públicos y, a un nivel más global, permiten la recopilación de un volumen enorme de información médica relevante, cuyo procesamiento y estudio redundará en la evolución hacia una medicina más personalizada y eficaz.
Eduardo Maseda @maseda99
Presidente del Consejo Médico de bhd Consulting